Tuesday, November 28, 2006

Disparando el domingo, muy de mañana

En la barra lateral del blog hay una serie de enlaces a páginas y sites con fotografías de Bangalore. Uno de ellos es el de Bangalore weekend shoots: un grupo de fotógrafos que se reúnen cada domingo por la mañana para disparar, y desayunar, juntos.

Aunque hacía ya un par de meses que me había apuntado a la idea, no fue hasta el finde pasado que pude participar en la expedición fotográfica dominguera. La cita es pronto por la mañana, a las 7:30!!, y es que hay que aprovechar la luz mañanera, que aquí estamos en el trópico y la luz de mediodía es muy vertical.

Esta vez tocaba fotografiar en un templo, desayunar en un pequeño restaurante y después pasear por un mercado. Yo sólo pude quedarme en la primera parte: a la hora del desayuno tuve que irme para atender otras citas en nuestra tupida agenda del fin de semana, pero estas son algunas de las fotos que hice:




Las fotos no están mal, pero todavía me queda, todavía me queda mucho que aprender para llegar al nivel de algunos de los otros disparadores del fin de semana...

Monday, November 27, 2006

Hombres de negro

Desde hace un par de semanas, he empezado a ver hombres vestidos de negro.

Nada que ver con los del cómic (y posterior película) que se dedicaban a cazar marcianos. Los hombres de negro en Bangalore van vestidos con camisa y dothi (la falda larga tradicional del sur de la India), o con camisa y pantalones. En algunos casos ni siquiera van completamente de negro, sólo llevan la camisa negra y el dothi de algún otro color. Pero lo que los distingue es que van descalzos.


Como aquí tampoco es tan extraño ver a alguna gente descalza por la calle, me habían pasado bastante desapercibidos. Pero cuando en el trabajo vi a un par de personas con el atuendo negro y sin zapatos, la cosa me empezó a sorprender un poco más: aunque el sueldo de un ingeniero aquí sea más bajo que en España, estoy seguro que da para comprar zapatos. Debía haber alguna otra explicación....

Y me la explicaron el otro día: los hombres con este atuendo son devotos que se están preparando para un peregrinaje al templo de Sabarimala, en el estado de Kerala, en honor del dios Ayyappan. Antes de emprender el viaje, los peregrinos tienen que cumplir una serie de normas, entre las que están las de vestir de negro, ir descalzos, seguir una dieta vegetariana estricta, bañarse varias veces al día, dormir en el suelo, no ponerse aceite en la cabeza y, no podía faltar, abstenerse de toda relación sexual y ni siquiera pensar en el sexo.

La peregrinación se realiza una vez al año, entre los meses de noviembre y enero, en grupos que salen de los diferentes templos de todo el sur de la India, con un guru y también sigue unas normas estrictas en los ritos que se deben hacer.

Y una norma más: el culto a Ayyappan y la peregrinación es, estrictamente, cosa de hombres. Las mujeres ( a no ser que sean menores de seis años o mayores de sesenta!) no pueden acercarse al templo ni participar en los ritos. Aunque, eso sí, no hay discriminación de castas: cualquier hombre, sea de la cata que sea, incluso aunque sea de otra religión (?) puede ser peregrino devoto de Ayyappan.

Thursday, November 23, 2006

Pepinillos en vinagre

Debemos admitirlo: Bangalore no es un nombre muy conocido. Incluso en los entornos informáticos, el nombre no suena mucho a las personas que no han estado expuestas a un proceso de offshoring; sobre todo en España, donde esto de exportar las actividades de desarrollo y soporte todavía está empezando (claro, que en España tampoco hay tantas actividades de desarrollo que exportar...). De vez en cuando puedes encontrar a alguien que está un poco más enterado y le suena el nombre de la ciudad, relacionado con la industria de las tecnologías de la información, outsourcing, offshoring y todas esas cosas, acabadas en -ing, que están tan de moda.

Pues resulta que hay otra razón por la que Bangalore podría, o debería?, ser conocido en España: los pepinillos en vinagre. Por lo que se ve, la mayoría de los pepinillos en vinagre y otros productos
que entran en la categoría de encurtidos, como banderillas y cebolletas en vinagre, que se comen en España provienen de esta zona.

Supongo que a muchos de mis (amables?) lectores el dato les parecerá bastante intrascendente: y a mí qué me importa?. A mí tampoco es que me importe mucho el dato en sí; aunque me gustan los pepinillos, tampoco voy a hablar con ellos antes de comérmelos, así que no es muy relevante de dónde vienen. De hecho, podría entrar en esa categoría de datos que los americanos (la CNN) llaman factoid: un dato verdadero pero sin ningún valor ni utilidad.

Lo curioso de todo el tema es que hay aquí varias empresas que procesan y exportan los pepinillos que han sido montadas por españoles, y existe una, muy pequeña, comunidad de españoles residentes en Bangalore que hemos conocido por casualidad estos últimos días. Una extraña mezcla de informáticos y fabricantes de encurtidos, a los que nos acaba uniendo la pasión por el jamón y las quejas por las infrastructuras y servicios indios.

Los que nos conocéis, ya sabéis que, ni A ni yo, somos muy patrióticos (aclaro: ni patrióticos españoles, ni patrióticos catalanes, no sea que nos acaben haciendo boicot como al cava...). Pero estando lejos, no está mal, de vez en cuando, poder hablar relajadamente en español, o catalán, que también hay algunos catalanes, con gente con las que compartes cierto background cultural. Y es que eso de intentar introducirte y entender una cultura diferente está muy bien, pero a veces resulta un poco agotador...

Tuesday, November 21, 2006

Señales y carteles

Las señales y carteles que se encuentran en las calles pueden decir mucho sobre las normas culturales y sociales, lo que se considera importante y los comportamientos y actitudes respecto a esas normas.

Un par de carteles que encontramos en Mysore:

Esta mezcla de carteles es una muestra de la especialidad india de unir lo más sagrado con lo más profano, además del uso creativo del inglés: to pass urine, en el inglés indio, significa orinar, pero el que ha escrito el cartel le ha dado todavía una vuelta más y ha acabado con una cosa que parece una mezcla de inglés y francés...

Este otro cartel estaba en una de las calles principales de la ciudad, cercana a un gran mercado. Aunque la calle estaba bastante limpia, en comparación con otras calles de la zona, tampoco era para echar cohetes, pero como dijo Einstein, todo es relativo....

Thursday, November 16, 2006

El cocotero y el mercedes

El título de este post suena un poco a libro de autoayuda de esos que pueblan las estanterías de las tiendas de libros de los aeropuertos, y que parecen tener una fijación por unir, al menos en el título, la espiritualidad con los medios de transporte (El fraile que vendió su ferrari, Dios en una harley, ...). Pero se trata de una historia más mundana, aunque, como de cualquier historia, seguro que se puede extraer una moraleja.

Yendo al grano: ya expliqué hace algún tiempo que justo frente a nuestra casa hay un cocotero que lo pájaros y las ardillas usan como escenario para sus cantos todas las mañanas. Incluso puse una foto del cocotero para que se viera qué verde y tropical es Bangalore (al menos nuestro barrio).

Bueno, pues el otro día del cocotero cayó un coco y rompió el parabrisas de un coche que estaba aparcado en la puerta de nuestro edificio. El coche era, nada más y nada menos que un mercedes. Hay que decir que el mercedes es, evidentemente, un coche de ultralujo en la India, y nosotros, aunque lo habíamos visto varias veces aparcado en casa, no sabíamos de quién era el misterioso carro. Como tampoco vimos lo que pasó con el coco (nos lo contó nuestro conductor, que se lo había contado otro conductor), el mercedes destrozado por el cocotero se convirtió en un pequeño mito doméstico: había pasado de verdad o era una especie de leyenda urbana?. Lo único cierto es que nuestro conductor ya no quería aparcar Kitt2, nuestro coche, en la puerta del edificio, y es que se lo quiere casi como si fuera su hijo...

El misterio se resolvió la semana pasada, cuando conocimos a nuestro vecino del piso de abajo, un alto ejecutivo de una empresa de outsourcing de software y BPO (lo típico en Bangalore...). Durante la conversación descubrimos que el coche era suyo y que, efectivamente, había sido destrozado por el cocotero.

Volviendo a la moraleja, supongo que el suceso se podría considerar como una metáfora: el cocotero, representando la tradición, la naturaleza, y el entorno tropical, atacando al mercedes: la modernización, el éxito económico y el aumento de la desigualdad social. Pero la historia tampoco tiene un final feliz para el cocotero: unos días después alguien, suponemos que enviado por nuestro vecino el dueño del mercedes, se subió al árbol y cortó todos los cocos que quedaban. Así que el mercedes se quedo sin parabrisas unos días, el tiempo que cuesta conseguir e instalar uno nuevo, pero el cocotero se quedó sin cocos (hasta que vuelvan a crecer, que no sé cuánto tiempo es...)

Monday, November 13, 2006

Choque cultural inverso

El título es una (mala) traducción del concepto inglés de reverse cultural shock, es decir, las cosas que te pasan cuando vuelves a 'casa' después de haber estado algún tiempo en otro sitio.

Y eso es lo que me está pasando a mí estos días.

He vuelto a Barcelona; el viaje es corto, cinco días solamente, y por motivos de trabajo. Es una situación curiosa: por un lado es uno de esos viajes de negocios a los que estoy bastante acostumbrado: coge un avión, llega a un sitio, ves al hotel, de allí al trabajo, trabaja todo el día y vuelve al hotel; al cabo de cuatro días, vuelve a coger el avión y, con suerte estarás de vuelta en casa para pasar el fin de semana (o parte de él). Pero claro, este no es un viaje solamente de negocios, porque el sitio al que voy es mi casa, o una de mis casas, y voy a trabajar a mi lugar de trabajo y con mis compañeros.

Y a esto se añade el reverse cultural shock, que me hace sorprenderme porque en el lavabo no hay agua mineral para lavarse los dientes, que la gente hace (más o menos) cola, que los coches circulan muy rápidos por la ciudad pero sin tocar la bocina, que las aceras son planas y no hay que buscar los agujeros, que la gente viste con colores oscuros (moda otoño-invierno)...

Entre visitas a la familia, compras de cosas que necesitamos en Bangalore y llamadas de teléfono para saber cómo están A, J y R, queda algo de tiempo para reflexionar sobre lo que considero mi casa, mi lugar. Me acuerdo que hace años leí un libro que se llamaba Where I fell to earth. El autor (no me acuerdo del nombre, pero seguro que lo podéis buscar por Internet) decía que uno es de donde quiere ser, no de donde 'cayó en la tierra', y que se puede ser de muchos sitios a la vez y considerarlos todos como casa. Supongo que es un concepto extraño para la gente que necesita tener las cosas claras y bien ordenadas, pero quién ha dicho que el mundo, y las personas que lo habitamos, seamos sencillos, claros y bien ordenados?.

Thursday, November 9, 2006

El baño de los peregrinos

Srirangapatna es una pequeña población en una isla que forma el río Cauveri (ó Kaveri) cerca de Mysore. En lal confluencia de los dos brazos del río, en la punta de la isla, hay un pequeño ghat donde los peregrinos hacen ofrendas y se bañan.

En la India, lo religioso y lo profano se entremezcla. Junto a los peregrinos bañándose hay puestos que venden recuerdos, refrescos... Y el baño, además de purificar los pecados del alma, también puede servir para limpiar el cuerpo, así que un poco de chanpú también es útil:

Los forzudos

Cerca de casa hay cuatro o cinco pequeños parques. Tres de ellos son los oficiales y bien cuidados: el de los niños, el de los ancianos (seniors) y el general. Tienen jardineros y guardias que se cuidan de ellos y tienen horas de apertura y de cierre.

Luego están los otros parques, más o menos: el descampado donde se juega al fútbol y al cricket y un pequeño parque, el parque huérfano, en el que quedan restos de algunos juegos para niños (un tobogán y unas barras paralelas) y que sirve un poco para todo: como extensión del campo de cricket cuando este está muy lleno, para que se sienten las parejas a hablar, sólo a hablar, que este es un país muy casto, o para que se ponga el vendedor de panochas de maíz asadas los domingos por la mañana.

Cada mañana pasamos por delante del parque huérfano camino del colegio de R y J. A esas horas siempre hay dos personas haciendo ejercicio para mantenerse en forma. Usan piedras como pesas y los restos de los juegos como máquinas de fitness improvisadas. Vestidos con ropa deportiva y, uno de ellos, con una cinta en el pelo de las que usaban los tenistas en los años setetenta para absorber el sudor, me recuerdan aquellas imágenes de forzudos de feria que aparecen en las películas antiguas.

Al principio, nos miraban pasar en el coche con una mirada interesada y curiosa, supongo que una cara parecida a la que debía poner yo mirándolos a ellos. Últimamente, nos saludan al pasar, y nosotros respondemos a su saludo.

A veces intento imaginarme una historia para los forzudos, pero me resulta difícil. Si estuviésemos en España, podrían pasar por dos porteros de discoteca, un poco entrados en años y venidos a menos, entrenando para mantenerse en forma. Pero, claro, esa historia no creo que funcione en Bangalore.

Quizá alguna mañana me decida a bajarme del coche y preguntarles, incluso hacerles una foto...

Sunday, November 5, 2006

Un elefante por la calle

Este fin de semana hemos vuelto a visitar Mysore.

Aunque la intención inicial era ir al parque natural de Bandipur, uno de esos imprevistos propios de este país, o quizá de nuestra falta de experiencia en cómo organizar(?) las cosas, ha hecho que acabásemos pasando el fin de semana en Mysore y los alrededores.

Mysore es una ciudad más pequeña que Bangalore y que, por ahora, se ha librado del crecimiento desenfrenado y caótico, aunque, debido entre otras cosas a las patéticas infraestructuras de Bangalore, algunas empresas están empezando a instalarse en la antigua capital de los maharajás.

En las calles de Mysore, como en cualquier ciudad o pueblo indio, abundan las vacas, que se mueven a su aire. También hay unos caballos enanos, casi miniaturas, que, cuando no tiran de unos pequeños carros que se utilizan para transportar mercancías, también pacen tranquilamente sueltos por las calles. Y, por si fuera poco, de vez en cuando se puede ver un elefante caminando tranquilamente por el centro de la ciudad:


Para acabar con los animales sueltos, en los jardines del hotel en el que nos hemos hospedado había ocas, pavos y monos.

Toda esta fauna urbana que hemos visto nos ha ayudado a olvidar el pequeño chasco de no poder visitar el parque natural...

Thursday, November 2, 2006

Días de fiesta

Ayer disfrutamos de un día de fiesta. Aunque la tolerancia religiosa propia de la India hace que se celebren las fiestas de todas las religiones, en este caso no es que celebrásemos el día de Todos los Santos, ni, evidentemente, se hacía fiesta para seguir las noticias de las elecciones catalanas. La razón del día festivo es que se celebraba el cincuentenario de la fundación del estado de Karnataka.

Hace ahora exactamente cincuenta años, el gobierno federal indio hizo una reorganización territorial de los diferentes estados de acuerdo con criterios lingüísticos. Así, al antiguo estado de Mysore, que correspondía a los territorios dominados por el antiguo maharajá, se le añadieron las zonas de otros estados en los que se habla mayoritariamente kannada y se formó el nuevo estado de Karnataka.

El cincuentenario se celebró ayer: las calles se llenaron de banderas y banderolas del estado (rojas y amarillas) y, sobre todo los autorickshaws pero también algunos coches, llevaban grandes banderas. Hubo también, claro está, una celebración oficial en uno de los estadios de la ciudad, con los típicos bailes regionales, discursos y toda la parafernalia de estas ocasiones. Por cierto, que aprovechando el evento, el gobierno del estado ha decidido cambiar el nombre de varias ciudades para kannadizarlos (por si no se nota, me acabo de inventar el verbo...). Así Bangalore, a partir de ayer se llama Bengaluru, ó Bengalooru, parece ser que la transliteración del Kannada al inglés no está muy clara.

Pero, probablemente, lo más interesante de toda la celebración son los carteles. Aquí es bastante normal que cualquier tipo de evento, una festividad religiosa, un acto político, o incluso el cumpleaños de algún personaje más o menos importante, se celebre poniendo carteles en las calles. Los carteles son de un estilo muy especial: aparecen fotos de diferentes personajes, se supone que líderes locales, regionales o nacionales, de alguna manera relacionados con la ocasión. Normalmente son fotos bastante malas, de aquellas que no hacen ningún favor al fotografiado, y los resultados acostumbran a ser bastante divertidos. Este es un ejemplo que aparecía en un post en Bangalore Metroblog:


En esta celebración del día del estado de Karnataka, uno de los personajes más usados para los carteles ha sido Rajkumar, el actor que murió durante nuestra primera visita a Bangalore (perdón Bengaluru). También han aparecido algunos carteles, especialmente cutres e hilarantes, con la foto del personaje buenafuentiano que dirige uno de los partidos políticos kannadigas.

La celebración no acabó ayer. En este país hay bastantes cosas que nos resultan difíciles de entender y una de ellas nos ha pasado esta mañana: cuando estábamos preparando el desayuno, hemos recibido un mensaje SMS de una de la madre de uno de los compañeros de clase de R avisándonos que el gobierno había decidido cancelar las clases hoy.

A y yo, que tenemos grabado en nuestra memoria la muerte de Franco y como se cancelaron las clases aquel día, hemos pensado que había pasado algo grave. Pero después de recibir otras llamadas y leer el diario hemos entendido (?) lo que pasaba: resulta que al Chief Minister del estado le gustó tanto el show de cantos y danzas que hicieron algunos escolares como parte de la celebración oficial que decidió recompensarles dándoles un día de fiesta a ellos y, de rebote, a todos los escolares del estado. Así que hoy, las escuelas están cerradas y los niños disfrutan d eun día más de fiesta gracias a la generosdad del CM...