Wednesday, December 20, 2006

Mi otro yo

Hay varias razones por las que tenemos el blog un poco abandonado y poco activo estos días: la preparación, el viaje y los primeros días aquí en Barcelona hemos estado bastante ocupados, yo con el trabajo, y, como solo tenemos mi laptop, A. tampoco tiene mucho tiempo para usar un ordenador y poder contarnos sus divertidas historias.

Aparte de todas estas excusas, la verdad es que estos días he estado preparando mi segunda aventura en la blogosfera. La idea empezó hace unos días, pero, con todo este jaleo, me ha costado un poco ponerla en marcha.

Como explico en el nuevo blog, parece ser que me he enganchado a esto de expresar mis pensamientos e ideas en público. Y no solo es el narcisismo de ver lo que he escrito en la pantalla, incluso que hay alguien que le interesa, se lo lee y, hasta algunas veces, hace un comentario. Creo que el hecho de tener que explicar lo que piensas ayuda a reflexionar, aclarar las ideas y pasarlas por un cedazo crítico, como mínimo para intentar hacer el ridículo lo menos posible....

En resumen, hoy queda inaugurado People, places, technology, and such..., mi nuevo blog. El nombre quizá me ha quedado un poco pedante, pero supongo que se pilla el juego de palabras....

Sunday, December 17, 2006

Ya estamos aquí

Estos últimos días han sido bastante intensos, y no he tenido mucho tiempo de escribir en el blog. En resumen: ya estamos en Barcelona para pasar las vacaciones de navidad.

Los últimos días en Bangalore fueron un no parar: despedirnos de amigos, algunos que volveremos a ver cuando volvamos en enero, otros que, porque se marchan de la ciudad definitivamente, no volveremos a ver, al menos en los próximos meses..., comprar los últimos regalos, unas cuantas reuniones de trabajo para acabar de cerrar temas, una fiesta de din de año (que amablemente adelantaron unos días para que yo pudiese asistir), empaquetar...

Añadiendo a toda esa actividad el palo de salir de Bangalore a las tres de la madrugada, las casi 14 horas de viaje (16 si añadimos las dos horas de espera en la maravillosa sala de espera del aeropuerto) y acarrear maletas y paquetes, hizo que llegásemos a Barcelona bastante agotados.

Y tras la llegada, la visita obligada a la familia, con las obligadas exclamaciones sobre cómo han crecido los niños, lo guapos que están y cuánto nos han echado de menos. Entre esas visitas y un poco de descanso y cura de sueño, han pasado los primeros días en Barcelona.

Ahora que ya estamos un poco recuperados, toca volver a la normalidad navideña: comprar más regalos, pesebres, árboles, tions....

Wednesday, December 13, 2006

A vueltas con el mundo plano

Leo esta mañana en la edición digital de El País, un artículo de Francesc Ferragut sobre lo que él llama la deslocalización digital.

El argumento del artículo viene a ser parecido al de la Tierra Plana de Friedman: las nuevas tecnologías digitales permiten desligar el trabajo de una localización física concreta y, consecuentemente, la libertad residencial, es decir que las personas, sobre todo las que trabajan en labores de alta tecnología, tienen más libertad para decidir donde quieren vivir. Esto representaría una ventaja para los lugares, como Catalunya, que supuestamente permiten una calidad de vida mejor. Esta libertad también facilita la elección del entornos residencial, marcando una tendencia hacia la diseminación urbana.

Hace algún tiempo, en un post en el blog, ya intenté explicar mi opinión sobre toda esta teoría (o quizá se debería decir moda) de la Tierra plana, y creo que el análisis que se presenta en este artículo abunda en algunos de los errores de análisis de los ultraglobalizadores.

Las predicciones, o profecías?, que presenta el autor adolecen, desde mi punto de vista, de un fallo de determinismo tecnológico. El argumento viene a ser que, el hecho de que existan un nuevo conjunto de tecnologías, que permiten ciertos modelos de trabajo diferentes, implica una nueva organización de la sociedad, que viene completamente determinada por las características, o capacidades, de esas tecnologías.

Pero las nuevas tecnologías de la información y comunicación, no tienen exactamente todas las características que les atribuye el autor. No creo que sea verdad que permitan mover el trabajo, sobre todo el de alto nivel de conocimiento, a cualquier lugar y que, por consiguiente, el lugar, la geografía, deje de ser importante. Hay muchos indicios en el sentido contrario: desde los estudios que demuestran la importancia de los clusters tecnológicos, y de las aglomeraciones urbanas como centros de creatividad, tanto artística como tecnológica, hasta la dificultad de mover ciertas actividades de alto contenido de conocimiento de un sitio al otro (incluyendo mi experiencia personal al respecto).

Creo que lo del mundo plano, es una metáfora que se ha desmandado hasta tener su vida propia. Es verdad que las tecnologías de la información facilitan el trabajo distribuido, y reducen algunas de las barreras relacionadas con la distancia, pero no las eliminan por completo. La geografía, la localización de las actividades económicas, sociales y culturales, no dejará de ser importante. Quizá algunos de los factores que influyen en esa localización cambiarán con el tiempo, con las nuevas tecnologías y los usos que les queramos dar, pero el lugar (como el tamaño...;-) seguirá importando.

Tuesday, December 12, 2006

Un calendario de adviento muy particular


R. ha dibujado su propio calendario de adviento. En lugar de contar los días que faltan para la navidad, cuenta los días que faltan para volver a Barcelona. Al fin y al cabo, es casi lo mismo, porque volvemos a Barcelona para pasar la navidad...

En la parte de abajo: la India, representada por el Taj Mahal, no lo hemos visitado, todavía, pero para él ya es el símbolo de la India.

En medio: el avión despegando.

Un poco más arriba: Barcelona, representado por la familia: iaio, iaies, tietes i tiets..., y no podían faltar, el pesebre, el tió y, sobre todo, los regalos, no sea que nos olvidemos...

Y arriba del todo: los día que faltan para irnos. Aunque en el calendario parezca que falan tres días, realmente faltan solo dos, Esta mañana lo he cogido para llevarlo al despacho y escanearlo, y R no ha podido marcar un día más...

Monday, December 11, 2006

Madiwala Market

Este domingo volvió a tocar excursión fotográfica. Esta vez el objetivo era el mercado de Madiwala, uno de los mercados de comestibles más grandes de Bangalore. Aunque el día no era muy bueno, incluso llegó a lloviznar un poco, cuando llegué a las 7 de la mañana, el mercado estaba ya completamente activo.

Ya he explicado, una de las cosas más interesantes de este país es cómo la gente se muestra normalmente dispuesta a que les hagan fotografías. y, aunque haga frío (mucho frío para ellos, recordemos que este es un país tropical y no están acostumbrados al frío...), este lloviendo, sea pronto por la mañana y ellos estén trabajando mientras tú te estas divirtiendo haciendo fotos, no falta nunca una sonrisa...

... o incluso una carcajada,...

... aunque también hay gente que mantiene una mirada seria y profunda.

De nuevo empaquetando

Se acerca la navidad y, como el turrón, toca volver. Este jueves, muy de madrugada (sigo preguntándome por qué los vuelos internacionales desde la India tienen estos horarios tan terribles...) volvemos a subirnos en un avión para ir a Barcelona a jartarnos de turrón y cava, a ver a la familia y amistades, contarles nuestras pequeñas aventuras en este extraño país, y comprobar quién ha seguido atentamente nuestro blog y está al tanto de nuestras tribulaciones con la burocracia india, con las colas en las tiendas, con el tráfico y nuestro conductor, con....

Como siempre, en el último momento hay un montón de cosillas que hacer: hay que empaquetar las sillas del coche de los niños, que en España son obligatorias y sin ellas no podremos ir a ningún sitio en coche, hay que comprar aquellos regalitos que faltan, hay que asegurarse que dejamos la casa protegida (lo más posible) de visitantes indeseados de cuatro, seis u ocho patas, hay que despedirse hasta el nuevo año de los amigos y conocidos...

Y no hay que olvidar el tema siempre recurrente de qué nos llevamos, aunque en eso tenemos una ventaja: como aquí sólo tenemos ropa de verano (como mucho de entretiempo), no es que la vayamos a necesitar mucho en Barcelona.

La verdad es que creo que nos merecemos unas buenas vacaciones y, aunque yo voy a trabajar algunos días, va a ser divertido eso de ver Barcelona como un destino de vacaciones...

Wednesday, December 6, 2006

Festival nocturno

Un rato libre que tuve el sábado por l atarde, me fui a hacer fotografías. Mi objetivo era el barrio de Jeevan Bimanagar, pero de vuelta a casa me topé con un festival que se estaba celebrando en uno de los pequeños templos de New Thippasandra.

Había un grupo de tambores tocando y bailando en la calle, frente al templo,...

...devotos haciendo cola para entrar con ofrendas,...

... y vendedores de golosinas...

Estuve sólo un rato haciendo fotos, pero la fiesta debió continuar toda la noche porque desde casa, porque la música y los tambores se oyeron desde casa hasta muy tarde...

Tuesday, December 5, 2006

Espacio personal

En la India viven cerca de 1200 millones de personas; a veces tienes la sensación que se han puesto todos de acuerdo en estar en el mismo sitio: alrededor tuyo.

Está claro que el concepto de espacio personal, y las actitudes asociadas a la invasión de ese espacio, varían mucho de una cultura a otra. Yo he crecido en una cultura (la catalana?, la española?, la del sur de Europa?, la mediterránea?) donde el contacto personal no es tabú y reducir las distancias está permitido en muchas ocasiones, a diferencia de las culturas del norte de Europa (y sus herederos culturales, los norteamericanos), donde se tiende a respetar mucho más la distancia entre personas.

Pero también tenemos nuestras reglas sociales sobre en qué momentos y situaciones se debe mantener una distancia para respetar el espacio personal: por ejemplo, cuando hay una cola para ser atendido por alguien (en el banco, en el mostrador de facturación del aeropuerto, en una taquilla...) se considera de buena educación dejar un espacio para mantener la privacidad de la conversación de la persona que está siendo atendida...

Evidentemente, las mismas normas no funcionan en la India: por un lado esta es una cultura donde las ideas sobre el contacto físico están marcadas, todavía, por las divisiones de castas y los conceptos de pureza y contaminación asociados. Si a esto añadimos las actitudes puritanas (casi mojigatas) respecto a las relaciones ente hombres y mujeres, el resultado es que el contacto físico, en general, no es correcto.

Pero por otro lado, la percepción del espacio personal es muy diferente: hay normalmente mucha gente alrededor (la soledad debe ser uno de los bienes más escasos en la India...) y en espacios más reducidos que a los que podemos estar acostumbrados: aquí, un mall o un supermercado son mucho más pequeños que en España (y no digamos Estados Unidos...). La consecuencia es que tienes muy a menudo gente muy cerca tuyo.

La situación en la que más se percibe esta diferencia es en las colas, mejor dicho, el caos que sustituye aquí a las colas a las que estamos acostumbrados. Olvídate de tener privacidad para hablar con la recepcionista en el médico, o con el empleado que te factura las maletas en el aeropuerto, olvídate de poder escoger la fruta que te está sirviendo el vendedor sin que dos o tres personas se pongan por el medio, olvídate de intentar comprar una bebida en un pequeño colmado y que el vendedor te atienda sólo a ti, en lugar de estar atendiendo a seis personas a la vez, olvídate, en definitiva, de hacer una cola...

La sensación a veces puede llegar a ser un poco opresora: qué hace tanta gente alrededor mío?, pero siempre queda el recurso de pensar que al menos algún indio se debe haber quedado en casa, y que no es posible que los 1200 millones estén allí contigo...

Sunday, December 3, 2006

La plaza de los tres templos

Jeevan Bimanagar es un barrio que no está muy lejos de casa. Hemos pasado por allí algunas veces camino de casa de unos amigos, y también es uno de los atajos que a veces toma nuestro conductor par ir al aeropuerto.

Es un barrio como otros muchos en Bangalore: con sus vendedores de flores y frutas en las calles, las pequeñas pastelerías donde venden dulces y samosas, casas bajas, calles mal asfaltadas y unas cuantas vacas y perros paseando.

Pero
Jeevan Bimanagar tiene una pequeña particularidad que siempre me ha atraído: en una pequeña plaza en el centro del barrio, más que una plaza es un ensanchamiento en la calle principal, hay dos templos juntos, pared con pared, casi del mismo tamaño y color: uno de ellos es un templo hindú y el otro es un pequeño santuario católico, dedicado a la Virgen María.


Es curioso ver como las prácticas religiosas se adaptan al entorno: antes de entrar en la pequeña iglesia, los devotos también se descalzan y en la entrada hay una vendedora de flores para poder ofrecerlas a la imagen de la Virgen, como se hace tradicionalmente en los templos hindúes.

Al otro lado de la plaza hay otro templo hindú en construcción: entre los andamios hechos de caña y palos atados con cuerdas se vislumbra una gran estatua de una diosa: