Camino al trabajo

Poco a poco nos vamos adaptando a la nueva rutina. Hoy ha sido el primer día que he salido de casa para ir al trabajo a la hora que, más o menos, iré cada día.

Desde nuestro apartamento temporal se tarda unos veinte minutos (si no hay mucho tráfico) en llegar al trabajo y, precisamente, para evitar el tráfico, se debe salir antes de las 9 de la mañana. Hoy he salido a las 8:30, aproximadamente la hora de entrada en los colegios (cuand R y J empiecen el cole, también tendrán que entrar a las ocho y media).

Explico esto porque en el trayecto al trabajo nos hemos cruzado con muchos niños y niñas, con sus diferentes uniformes, camino de sus colegios. Aquí, casi todos los niños, incluso si van descalzos, llevan uniforme en el colegio; las excepciones son algunos de los parvularios más pequeños, como al que irán R y J.

Lo más curioso es que van al colegio en cualquier medio de transporte: caminando, en autobús escolar; pero también en moto con sus padres (tres o cuatro niños subidos en una moto no es extraño) o en autorickshaw, donde lo extraño es que vayan menos de cinco niños!. También he visto alguno yendo en carro tirado por vacas.