Sunday, October 22, 2006

En el hospital

En una familia, como en una empresa, cad amiembro tiende a especializarse en unas cuantas labores concretas. Yo en particular, parece que me he especializado en probar el sistema hospitalario de los países a los que viajamos.

Evidentemente, no es que lo haga por voluntad, pero, después de mi experiencia enriquecedora en un hospital chino (que ya contaré algún día con más calma), he sido el primero de la familia, y espero que el único, que he tenido que ir a un hospital aquí en Bangalore.

Antecedentes: hace un par de semanas me hice un pequeño corte en la pierna, por debajo de la rodilla. Tan pequeño que casi ni se veía y, medio tapado por la propia rodilla, me pareció que ni siquiera me había salido sangre. Pero resulta que, aunque pequeño, el corte era un buen punto de entrada de los voraces gérmenes indios, y la herida se me infectó. Nada grave, pensé, una buena limpieza, un linimento con un poco de antibiótico y en un par de días esto está como nuevo.

Lo que no calculé es lo poco acostumbrado que está mi sistema inmunitario a los gérmenes indios. Al cabo e unos días la infección andaba de mal en peor y empezaba a encontrarme mal, un poco de fiebre y dolor en las articulaciones. Era momento de dejar los remedios caseros e ir al hospital.

Me fui a un hospital cercano, se supone que uno de los mejres de Bangalore, y me atendieron en la sala de urgencias. Me hicieron una buena limpieza de la herida, y he tenido que estar yendo cada día para que me la fuesen curando. Con las curas diarias y una potente dosis de antibiótico que me recetaron, la infección ha ido remitiendo y ahora la herida ya está casi cerrada, aunque despues de todo lo que han tenido que hurgar estos días para dejarla bien limpia, se ha quedado en un agujero bastante grande, y la cicatriz puede que sea de las que permiten contar batallitas.

Lo más importante es que he aprendido la lección, y, pase lo que pase, a partir de ahora, al más mínimo signo de infección, me voy al hospital, que además me han tratado muy bien. También me han venido a la memoria las 11 vacunas que me puse antes de venir a Bangalore. No sé si alguna de ellas habrá servido de algo (en el hospital me preguntaron varias veces si tenía la vacuna del tetanos al día) pero yo me sentía bien protegido con tanto anticuerpo, pensando que, al menos, la cosa no iría a mayores....

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