Wednesday, August 30, 2006

Un paseo desde el trabajo a casa

Los que me conocen saben que no soy muy deportista. Pero desde que hemos venido a Bangalore, la cosa ha ido a peor y, aunque hemos ido un par de veces a la pscina, he de reconocer que ultimamente me he pasado bastante tiempo sentado en el despacho sin hacer mucho ejercicio físico.

Para remediarlo ayer decidí recuperar una antigua costumbre y volver cminando del trabajo a casa. Si hacemos caso a GoogleEarth, la distancia en líea recta es de 1,28 Km, pero como se trata de andar y no volar, el trayecto acaba siendo de 2,5 Km; en total una media hora caminando.

La primera parte del trayecto es por una calle bastante concurrida de tráfico, pero las aceras están en relativo buen estado (cosa que no se puede asumir de muchas calles principales de Bangalore). Rodea un pequeño lago y llega hasta una carretera que es la principal vía de tráfico de la zona.

Una vez cruzada la carretera llega la parte más interesante del camino: se trata de un barrio residencial. Aunque no es una zona pobre, tampoco es una de las zonas más ricas de la ciudad; se puede decir que es un barrio de clase media.
Calles sin asfaltar, con casas bajas, de uno o dos pisos, pequeñas tiendas en las que se vende casi de todo. Niños jugando en la calle, ancianos sentados en los portales hablando, mujeres que vuelven de comprar alimentos en el mercado cercano. Al pasar se oye música en el interior de alguna casa, se entreve una cocina donde se está preparando la cena, unos niños haciendo los deberes del colegio sentados en la mesa del comedor.

Si no fuese por las caras y los vestidos, por alguna vaca que pasea despistada o revuelve la basura, por el olor de la comida y, estos días, porque hay altares en la calle con estatuas de Ganesha multicolores; no habría mucha diferencia con el aspecto que tendría un barrio de esos de autoconstrucción que abundan en las afueras de las ciudades españolas, hace quizá veinte o treinta años.

Como hay poco tráfico, sobre todo motos, se puede caminar tranquilamente. No sé si el camino que seguí es el más corto, pero no importa mucho, porque lo importante no era llegar rápido sino disfrutar de las miradas de la gente, entre curiosas y amigables, de tener esa sensación de estar algo perdido, pero no demasiado, de la anticipación de la sorpresa que te esperará al doblar la siguiente esquina, de callejear...

2 Comentarios:

At 5:46 PM, Anonymous Anonymous said...

Hola Albert
hoy he vuelto de vacaciones y he decidido "a mi mismo" no tomármelo demasiado en serio al menos hoy (y quizás mañana), no quiero tener stress post-vacacional (o al menos, minimizarlo), por eso me he puesto a leer vuestro blog.

Veo que Oriente empieza a realizar cambios en tus hábitos. Ya está bien que te vayas dando un paseíto hasta el curro. Además, siendo español/catalán, tus "habilidades taurinas" te permitirán sortear sin mayor problema las vacas deambulando por las calles. Sólo te falta la montera para convertirte en el "niño de Bangalore"

recuerdos para toda la tropa

 
At 6:20 AM, Blogger albert said...

Pablo,

espero que la vuelta al trabajo no haya sido muy dura. Me alegra que el blog te haya servido para hacerla algo más llevadera.

Lo de las habilidades taurinas lo he practicado poco. Aunque el tópico de las vacas por las calles es verdad, son muy tranquilas y (todavía?) no he tenido ningún altercado con ellas...

Bueno, el otro día, con el coche tuvimos un pequeño toque con un ternerillo (y después con una cabra...) pero eso es cosa del conductor, no mía.

 

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