Monday, January 22, 2007

Otra vez disturbios en Bangalore

Me he enterado esta mañana por un comentario que ha dejado Sujatha en el blog: este fin de semana ha habido otra tanda de disturbios comunales en Bangalore.



Parece ser que la cosa comenzó el sábado con una manifestación contra la ejecución de Sadam Hussein, convocada por el partido del Congreso (el partido en el gobierno central, pero en la oposición en el estado de Karnataka). La concentración era, nada más y nada menos, en Shivajinagar, uno de los barrios comerciales más concurridos del centro de la ciudad. Como parece que es costumbre en estos casos, los manifestantes intentaron cerrar los comercios t se armó un buen jaleo que se fue extendiendo por otros barrios de la ciudad.



Pero ahí no acabó todo, el domingo había una concentración organizada por el BJP (el partido en la oposición en el gobierno central, pero en el gobierno en Karnataka) para celebrar el aniversario de uno de los fundadores del movimiento nacionalista hindú (que no indio!)en un lugar cercano a los disturbios del sábado. Y otra vez se volvió a armar jaleo: más conflictos entre hindúes y musulmanes.



El resultado: una persona muerta y varios heridos, coches quemados y comercios saqueados y un toque de queda en varios barrios del centro-este de la ciudad, llegando hasta Ulsoor (a un par de kilómetros de nuestra casa) y Frazer Town (donde viven unos amigos nuestros).



Conociendo Bangalore, y con la experiencia de los disturbios tras la muerte de Rajkumar, me imagino que en pocas horas la vida en la ciudad volverá a la normalidad, o quizá debería decir a la anormalidad cotidiana, y los problemas de estos días pasarán a engrosar la lista de situaciones similares que se dan en Bangalore, y en toda la India, de tanto en cuanto...



Pero, por lo que he leído, estos sucesos también pueden servir como una prueba más de que la estupidez de los políticos es universal y no tiene medida: a quién se le ocurre convocar dos concentraciones en una de las zonas comerciales, con calles estrechas y en las que conviven (o malviven...) diferentes comunidades?.



En la India, por su dimensión y población las cosas llegan a unos extremos que no estamos acostumbrados en la tranquila y vieja Europa, pero quizá lo políticos (los de allá y los de aquí) tendrían que aprender que jugar con el populismo y exacerbar los sentimientos de grupo contra grupo es una idea tan mala como jugar con armas, que las carga el diablo...

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